El pozo de las adicciones
- dansergonz
- 16 abr 2018
- 3 Min. de lectura
Considerando que saber convivir con nuestra mente, para no sabotearnos en aquellas acciones que salen de nuestra zona de confort, es el factor más importante y a la vez el obstáculo más complicado de superar en nuestro camino hacia el éxito; en este artículo quiero seguir desarrollando el tema de nuestras reacciones ante situaciones de estrés.
Para que se entienda, lo haré con una analogía; de ahí el título: "El pozo de las adicciones".
Me gustaría recordar que este Blog habla de trading, pero el comportamiento de la mente humana reacciona de la misma forma en cualquier actividad que requiere una superación personal y estamos sometidos a una gran presión.
Podríamos mencionar el trading, las apuestas, fumar, las drogas, el alcohol, los celos, el miedo escénico, el sexo, las fobias, móvil, videojuegos, internet. Hay miles de situaciones que cuando se convierten en hábito y abusamos de ellas nos hacen prisioneros y se apoderan de nosotros, llegando a cambiar nuestra personalidad e incluso arrebatándonos todo lo que tenemos ya sea en forma de enfermedad ,dejándonos en la ruina o solos por completo.
Pero en realidad todas esas actividades cuando aparecen en nuestras vidas lo hacen en forma de regalo; al principio todas ellas son maravillosas y divertidas. O por lo menos, de esa forma las probamos.
Nuestro ego, se encarga de mostrárnoslas de un modo en el que lo asociamos con poder, con personalidad, con sofisticación y desde ese primer instante empezamos a crear una realidad paralela que es la que nos incita a seguir por ese camino por el que la razón nos dice que no es el correcto; pero aún y así seguimos, empezando a distorsionar nuestro presente con mentiras.
Ese seria el momento en el que vemos el pozo, de nosotros depende cuanto nos vamos a asomar.
Si resulta que no somos lo suficientemente prudentes y acabamos cayendo dentro; en ese punto empieza una fase de separación entre nuestro yo y la realidad en la que vamos a pasar a depender de lo hondo que sea el pozo, para poder tocar de pies y salir impulsados hacia arriba de nuevo. Pero eso es un arma de doble filo , porque si esperamos llegar al fondo por nuestro propio peso lo más probable es que nos acabemos ahogando.
Nuestro ego siempre nos va a dar la solución fácil, la que queremos oir, la que nos hace sentir invencibles...durante lo que dura esa farsa. Pero tranquilos, cuando esa mentira se haya difuminado y nos veamos acorralados, nuestro "fiel" amigo el ego, se encargará de crear otra mentira para que podamos sentir de nuevo otra falsa sensación de control. Y así podemos estar toda la vida; hasta que nos llega el recibo, y en ocasiones ese recibo es más de lo que podemos asumir.
Los vicios o las adicciones no existen como tal, las creamos nosotros en nuestra mente y también somos nosotros los que le damos el poder por no ser lo suficientemente valientes para llevar el control de la situación en todo momento y dar la posibilidad a que la mentira entre en nuestro pensamiento. La mentira es el interruptor del piloto automático y si éste está programado hacia una dirección errónea, el lugar de destino va a ser una incógnita.
¿Cómo podemos evitar caer en ese pozo?
Primero con una educación correcta, que por desgracia no nos la dan ni en las escuelas, ni en las universidades, ni en la televisión. Con lo cual va a depender de lo que veamos o recibamos de nuestras familias.
Segundo con un plan; todos nuestros movimientos deben estar previamente estudiados y expuestos en un guión que será el que nos marque el camino a seguir.
Tercero; siendo sinceros y honestos con nosotros mismos. Y ser honestos no significa no equivocarse; eso no es posible, el error va ligado al aprendizaje sea lo que sea aquello en lo que estamos inmersos. Pero sí estamos obligados a aprender de los errores y tomar consciencia de ellos, para retomar la dirección correcta lo antes posible; y saber por dónde no deberíamos volver a pasar.
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